Sinopsis:
En 1992, encerrado en un hospital psiquiátrico, Thomas Quick
confesó haber asesinado a un muchacho de once años. Durante la siguiente
década, Quick afirmó estar detrás de más de treinta crímenes sin resolver que
incluían mutilaciones, violaciones y prácticas caníbales.
Hannes Råstam, un valiente periodista, se obsesionó tanto
con el caso de Quick que realizó una minuciosa investigación de los expedientes
policiales y las pruebas que lo inculpaban. Pero cuando en 2008 se enfrentó a
Quick cara a cara, descubrió que la verdad era todavía más terrible: la
policía, los abogados y los médicos habían intentado hacer pasar a un enfermo
mental por uno de los peores asesinos en serie de la historia.
Opinión personal:
El libro comienza explicándonos la historia de Thomas Quick.
Alrededor de la página 60, Hannes empieza a hablar en primera persona de cómo
se cruza con Thomas Quick: cómo consiguió hacerse periodista, interesarse por
las falsas confesiones y cómo entabla relación con Thomas Quick. El final del
libro es una cronología de los sucesos relacionados con la vida de Thomas
Quick/Sture Bergwall.
El libro no se hace para nada pesado (matizo, en general no
se me ha hecho pesado, pero hay una parte a eso de la mitad del libro que sí se
me hizo larga) y al leerlo he sentido como si estuviese leyendo el cuaderno de
notas del periodista, me parecía muy interesante e intrigante. Está muy bien
escrito y te mantiene con ganas de leer más, a pesar de ser una historia real y
no ficción. Yo lo he querido leer despacio para poder absorber la cantidad de
información, fechas, personas y nombres implicados en el caso, y no liarme, ya
que habla de muchas personas de las que yo nunca he oído hablar.
En palabras de Persson el libro se resume: “En palabras simples, es un libro que
cuenta cómo la policía, el fiscal, los abogados y los jueces implicados- con el
apoyo complaciente de varios médicos, psicólogos, un experto en terapia
mnemónica y periodistas y personalidades del mundo de la cultura- transformaron
a un mitómano mentalmente inestable en uno de los peores asesinos en serie de
la historia criminal. Es terrible, es cierto. Pero se trata de una lectura
absolutamente fenomenal. “
Yo la verdad no conocía ni el caso ni al periodista, conocí
el libro por casualidad y me fijé en él por el título, la verdad es que es muy
llamativo (pero tampoco podemos esperar menos de un periodista, sabe cómo
vendernos una historia).
La verdad es que a lo largo del libro hay muchos temas para
debate, como por ejemplo las confesiones falsas. El propio Hannes reflexiona
sobre el tema: “¿Por qué confesarían
ciertas personas crímenes graves durante una interrogación policial siendo
totalmente inocentes? Parecía casi inconcebible. La mayoría de la gente nunca
se pensaría capaz de hacer algo tan idiota. (….) Una vez empecé a investigar
sobre las confesiones falsas, me di cuenta de lo comunes que son. (….) El mayor grupo está compuesto por niños,
jóvenes, personas con enfermedades mentales o discapacidades y drogadictos.
Cuando se les pregunta posteriormente por qué confesaron, la respuesta más
común es: solo quería volver a casa”
El de las confesiones falsas es un tema del que no había
leído nada ni tampoco había reflexionado antes de leer el libro, pero es un
tema bastante serio y como psicóloga me llama mucho la atención. Quiero
informarme más sobre el tema, ya que tiene repercusiones muy altas y variadas.
Otro tema muy interesante que trata el libro son los
recuerdos falsos, un tema del que tampoco me he informado mucho (aunque sí más
que el de las confesiones falsas, ya que en clase alguna vez lo hemos tocado
pero sin mucha profundidad).
A lo largo del libro se ve cómo puede cambiar nuestra
percepción de la realidad cuando queremos estar convencidos de algo, cómo los
defensores de Quick como asesino en serie se manipulaban a sí mismos y al resto
para hacer concordar los hechos con sus ideas.
